Por Enrique Hidalgo Mellanes
mellanes509@hotmail.com
Luis Antonio Rincón García, autor de la novela Las raíces de la Ceiba (Coneculta, 2010) es licenciado en Ciencias de la Comunicación, maestro en Gestión y doctorante en ciencias sociales. Entre otros premios, en el 2006 obtuvo el Concurso Internacional de Cuentos Cortos para Niños, organizado por la AMEI, con Itzelina y los rayos del sol, editado después Coneculta Chiapas en el 2008 y obtuvo mención honorífica en el Premio Nacional de Novela Rosario Castellanos. En el 2007 el CELALI le publicó el libro Comunicación y cultura en Zinacantán, un acercamiento a los procesos comunicacionales. Una tarde en San Cristóbal de las Casas dialogamos.
La novela Las raíces de la ceiba, alude no sólo las principales acciones académicas y personales que realizó fray Matías de Córdoba y Ordóñez , sino las posibles rutas de vida que siguió y a través de las cuales formó su pensamiento y espíritu. Se narran pasajes de la infancia, adolescencia, juventud y tercera edad del fraile.
Anteriormente ya hemos charlado por dos publicaciones suyas. Pero en el 2010 usted publica una novela, Las raíces de la ceiba, que nos lleva a la vida novelada de Fray Matías de Córdoba. Antes que llegar a escribirla hubo investigación. ¿Cuales son los fundamentos históricos para esta llegar a esta novela?
Sí, se hizo una investigación sobre la vida del fraile dominico, y para ello recurrí a los pocos libros que se han escrito sobre él y, por supuesto, a la revisión de documentos y cartas de la época, muchas de ellas signadas por fray Matías de Córdova o donde se hace referencia a él; por cierto, pude acceder a mucha de esta información en el Archivo Diocesano en San Cristóbal de las Casas, que está a cargo precisamente de los frailes dominicos de San Cristóbal y quienes me apoyaron con datos y algunos tips durante el tiempo que hice la investigación, aunque cabe mencionar que todos podemos tener acceso a esos documentos históricos, ahí, en el Archivo Diocesano. Ahora bien, además de la vida de fray Matías, leí muchos documentos, investigaciones y libros que hacían referencia a la época en que vivió el fraile tanto en Guatemala, como en Chiapas y España, así como hechos históricos de al menos estos tres lugares, y tuve algunas charlas con historiadores que me señalaron puntos de inflexión en la historia de nuestros pueblos y aun debilidades en la novela.
¿Que hay de atractivo cómo para dedicarle una novela a Fray Matías?
Fray Matías fue un gran sabio de la época, con un pensamiento adelantado a su tiempo además de que siempre mostró preocupación por los que menos tienen, y llevó a cabo distintas actividades que intentaban mejorar las condiciones de vida de los más humildes. Además de tener un espíritu libre, luchó toda su vida porque sus semejantes también gozaran de la libertad que él tenía, ejemplo de ello fue el método que creó para enseñar a leer y escribir —con lo cual, por cierto, se adelantó casi un siglo a la metodología del argentino Juan Domingo Sarmiento—, así como la idea que tuvo de enseñar a enseñar, y a partir de lo cuál creó la primera Normal en México. ¿Qué tiene qué ver la libertad con la escritura? Bueno, habría que imaginarse cómo viviríamos si, los que ahora leen esta entrevista, no supieran leer; dónde estarían, a qué se dedicarían, cómo se sentirían cada vez que tuvieran que pedir el favor de que les leyeran una carta o un documento. Seríamos esclavos de la ignorancia, y contra ella tuvo fray Matías largas batallas, tanto en lo personal como pensando en la sociedad toda. Él, por cierto, introdujo la imprenta a la región y fue Rector de la Universidad de Chiapas.
Pero además fray Matías fue un hombre de letras, humanista, promotor de la ciencia, político, ensayista, pedagogo, filósofo, economista, en fin, como decía al principio, fue un gran sabio de la época y no creo que desde entonces haya habido en Chiapas un hombre tan inteligente y activo como él.
Me atrae en lo personal la mirada del amor de hombre y de sacerdote en Fray Matías. ¿Cómo se justifica ese amor hacia una mujer? ¿Qué piensa usted?
Fray Matías fue un hombre apasionado, por eso quería darle un toque humano y enamorarlo como supongo casi cualquier chico se enamora o cree enamorarse en algún momento de su vida y, al mismo tiempo, quería aprovechar la posibilidad de un romance platónico entre dos adolescentes para dar rienda suelta a la imaginación e incluso especular sobre la forma de pensar que tendría un joven que viviera en esta tierra a finales del siglo XVIII. Así surge ese romance entre Josefina Domínguez y Matías Antonio Córdova.
No creo que esta visión de su adolescencia hubiera chocado con la realidad, pues su vocación hacia el sacerdocio surge más tarde e, insisto, pienso que como cualquier hombre se pudo enamorar en su momento, aunque posteriormente haya optado por la vida clerical. Alguien incluso se me comentó que había alguna referencia de que fray Matías tuvo un hijo, lo cuál pudo haber ocurrido, de hecho tanto Miguel Hidalgo como José María Morelos tuvieron hijos, sin embargo, en el caso de fray Matías, no encontré una referencia histórica que señalara o identificara al hijo del que me hablaron, así que no lo metí en la historia.
Una novela no se crea por arte de magia sino con mucho trabajo, investigación y voluntad. ¿Cuales fueron las principales dificultades para escribir esta novela?
La escases de datos históricos. En Chiapas encontré relativamente poco material para acercarme como yo hubiera querido a la vida de fray Matías. Por otro lado, hay contradicciones históricas y distintas visiones y formas de comprender varios asuntos de la época, amen de errores que se han ido reproduciendo en los libros y que chocan con la información que se puede encontrar en fuentes primarias. Ahora, en el proceso de escritura y revisión de lo escrito, bueno, conté con el apoyo económico y la asesoría con que contamos quienes hemos sido becarios del PECDA, de Conaculta y Coneculta Chiapas, y, aunque escribir una novela representa hacer un esfuerzo especial, la verdad es que también es muy disfrutable, placentero, y de ninguna manera podría decir que eso me cansó o representó una dificultad.
Desde su opinión ¿Se ha valorado con rigor académico los trabajos educativos, políticos, literarios y religiosos de Fray Matías?
No, desafortunadamente, aunque su nombre es utilizado en instituciones, escuelas y festivales, la verdad es que su obra es poco conocida, sólo algunos cuantos interesados saben quién fue fray Matías y la importancia que su quehacer tuvo para la historia de nuestro estado.
Por otro lado, sí sé de grandes esfuerzos que se han hecho y se están haciendo por rescatar la memoria del héroe chiapaneco, pero, desafortunadamente, casi todos están guardados en cajones o no terminan de gestarse, amen de cierto desinterés que existe por la historia local. La figura de fray Matías está tan ignorada, que aunque son muchos los que han pasado frente a su estatua en la capital chiapaneca, le aseguro que pocos pueden señalar dónde se encuentra ésta. Sin embargo, soy un convencido de que muchas de las tareas y obras realizadas por fray Matías son las raíces que le han ido dado forma a este Chiapas contemporáneo, de ahí el nombre de la novela, pues, como dice la novela, “quizá al final de cuentas las personas realmente somos parecidas a las raíces, y a partir de lo que hacemos y creamos mientras vivimos, vamos construyendo los cimientos que usarán los que todavía no nacen y, al igual que las raíces de la ceiba, seremos olvidados por no ser visibles, por estar bajo tierra, pero satisfechos de saber que, sin nuestras obras, ningún gran árbol podría existir“.