LA LITERATURA ME HA PERMITIDO VER Y ENTENDER A MI COMUNIDAD: MIGUEL RUIZ


Por Enrique Hidalgo Mellanes

Miguel Ruiz Gómez, también conocido como Mikel Ruiz (Chicumtantic, Chamula, Chiapas, 1985), es Licenciado en Lengua y Literatura Hispanoamericana, egresado de la Facultad de Humanidades de la UNACH. Cursó el diplomado en creación literaria y el seminario de análisis y composición Literaria, 2007, convocado por el Centro Estatal de Lenguas Arte y Literatura Indígenas; el curso de “lingüística general”, taller de narrativa coordinado por Eduardo Antonio Parra en Mérida, Yucatán, bajo la Coordinación Nacional de Literatura del Conaculta-INBA;  el XV Diplomado en Creación Literaria por La Escuela de Escritores de la SOGEM. Ha participado en los encuentros: Encuentro de Escritores Sancristobalenses, 3er Encuentro Nacional de Literatura Al sur de la palabra, co-organizador de los encuentros universitarios “Voces compartidas” y Quinto Chiapas de Poesía. Es coautor del libro colectivo de poesía Xpulpun sbek’tal jch’ulme’tik (Luna Ardiente, 2009). Traducciones en el libro Sjalel Kibeltik (Tejiendo Nuestras Raíces, 2010). Actualmente es becario por el Fondo Nacional Para la Cultura y las Artes (FONCA/ CONACULTA), en  la disciplina de letras en lenguas Indígenas, área de cuento y novela. Desarrolla el proyecto narrativo “Los hiojos errantes”, en versiones  bilingüe, tsotsil- español. En una tarde que recorría San Cristóbal de Las Casas, charlé con el narrador.

Tiene formación literaria ¿cómo articula ud su visión literaria o su formación originaria? ¿Que cambia y que continúa en su alma y su mente?
Desde que tenía 16 años de edad dejé a mis padres en la comunidad para buscar una oportunidad y desarrollarme educativamente.  Entonces literatura no formaba parte de mis preocupaciones, más bien el trabajo y dónde comer era parte principal de mi supervivencia. Pero terminando la preparatoria comencé a utilizar dicha palabra, pues matemáticas no podía ser mi destino. Sin embargo a mediados de la preparatoria leí Macario de B. Traven y ese libro fue comienzo de otros libros que ahora ocupan lugares básicos en mi biblioteca personal. Y al estudiar la carrera de Lengua y Literatura Hispanoamericana, mi forma de ver la realidad y el mundo comenzaron a acomodarse de distinta manera. Cada historia que escuchaba de la gente en las calles las reconstruía en un cuento, modificaba el inicio, el final, agregaba personajes, o las cambiaba, primero sólo en la mente y después escrita. Ahora pienso que la vida es una gran novela que vamos conociendo poco a poco, como diría Enrique Vila-Matas en Dublinesca. Mi vida es una novela en la que el personaje principal soy yo mismo. La realidad en el que vivimos es tan crítica, para no decir criminal, que nos pasa cada cosa y claro, muchos escritores se basan en eso, de su vida personal.

La literatura me ha permitido ver y entender a mi gente, a mi comunidad, a mi cultura y a mi vida personal bajo otra lente, otra pespectiva. Mi alma y mi mente siguen siendo las mismas pero se posicionan en diferente postura que como estaban antes de salir de la comunidad. Ahora todo tiene una causa y una consecuencia, no existen las cosas sólo porque existen. En esa posición están mi alma y mi mente, en la que reflexionar y analizar son las principales llaves para entender lo que pasa en este mundo, sobre todo, en las culturas indígenas en éste municipio, éste estado y en éste país.    

¿Qué escritores prefiere usted?, ¿Quienes le han cambiado su forma de percibir la literatura?
Los escritores que forman parte de mis libros de cabecera están William Faulkner, James Joyce, Franz Kafka, Julio Cortázar, Chejóv, entre otros. Pero los que han cambiado mi forma de percibir la literatura actualmente están Enrique Vila-Matas, Eduardo Antonio Parra, David Toscana, Mario Bellatin, y desde luego los mismos Faulkner y Joyce, entre otros. Estos escritores han logrado utilizar la literatura como medio de expresión y juego del pensamiento humano, que cada uno ha construido su propio camino y que muchos, ahora también, los recorremos a través de sus letras, de sus cuentos y novelas.



Su proyecto del FONCA se llama "Los hijos errantes”. ¿Como se desarrolla este proyecto? ¿Que hay de novedoso?
Los hijos errantes se desarrolla con cinco cuentos. El tema principal es la migración. No muestro el éxodo en cada cuento sino la consecuencia que los jóvenes de origen indígena enfrentan actualmente en la ciudad. Dentro de lo que se ha escrito en la narrativa indígena en Chiapas, es novedoso porque hasta ahora nadie se ha preocupado sobre un tema actual, del problema sobre la drogadicción, el suicidio, la violación, la negación de la identidad a través de la violencia, la autodiscriminación, que estos son los subtemas que se manejan en los cuentos de este proyecto. A nivel formal, el tratamiento de los cuentos son occidentales, es decir, uso técnicas como el flash back, lenguaje coloquial y poético, puntos de vista narrativos como el narrador en tercera, segunda y primera personas. En este proyecto también experimento el manejo del subconciente y la voz interior. Como otro atrevimiento que hago en este proyecto es la relación de los cuentos. Cada cuento es la consecuencia de un problema que un personaje genera, la violación. No manejo el mismo personaje principal en todos los cuentos, en cada uno se van jugando diferentes personajes para lograr una unidad de impresión general al leer todos los cuentos. Desde luego, como cuento, cada uno es independiente.   

 Usted es hablante de tsotsil, forma parte de una de las culturas originarias de Chiapas ¿hay algun vínculo entre "Los hijos errantes" y su cosmovisión?
En cada cuento hay un trozo de tradición oral, de creencia en la comunidad. Por ejemplo, sobre la importancia del ch’ulel como parte esencial del ser humano, que lo hace Ser en la sociedad como sujeto social. Y en este proyecto exploro directamente la pérdida del ch’ulel en los jóvenes en consecuencia de una negación de la identidad, de la existencia misma como individuo, o la no-pertenencia en una sociedad. Esto es lo que vincula los cuentos a mi cosmovisión como escritor indígena. Igualmente, este proyecto se desarrolla en forma bilingüe, tsotsil-español. Pero en cada versión tendrá su propio cuidado y significado. Si también algo está en mis prioridades en este proyecto es la exploración de la estética del lenguaje en tsotsil, de tal manera que un hablante tsotsil pudiera entenderlo sin recurrir al español, y viceversa.
    
¿Qué significa para usted formar parte del FONCA/ CONACULTA?
Muchos hablan mal sobre la aspiración a esta beca, sobre todo de escritores indígenas. Pero en lo personal es un medio para encontrar apoyo para conocer a otros jóvenes escritores indígenas que buscan medios para manifestarse y darse a conocer. Es una oportunidad para hacerse también de una biblioteca y conocer los distintos campos de expresión artística, sobre todo de los jóvenes que actualmente vivimos una generación tan abrupta en los senderos literarios.