Por Enrique Hidalgo Mellanes
mellanes509@hotmail.com
El doctor en filología clásica, Ricardo Vigueras Fernández, originario de España y autor del libro Breve introducción a la novela policiaca latina, actualmente es profesor investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, institución que editó esta publicación.
Ha obtenido diversos reconocimientos, entre los que se encuentra el Sobresaliente Cum Laude, de la Universidad de Murcia, España, por la defensa de su tesis de doctorado "La novela policíaca de temática romana clásica".
También es autor de diversos textos y artículos que se han publicado en libros y revistas de México y otros países.
La investigación realizada por Vigueras se centra especialmente en autores de la antigüedad y aquellos que hasta la actualidad han convertido a la novela policiaca, en una de las temáticas preferidas de la narrativa universal. Como literato interesado en estas posibilidades en la investigación decidí entrevistarlo vía electrónica. Aquí está una parte de la charla
El autor
Permítame preguntarle lo siguiente. ¿Tiene usted preferencia por alguna metodología para internalizarse en las producciones literarias?
Le agradezco mucho sus gentiles palabras. Me licencié y doctoré en Filología Clásica, en concreto con una tesis sobre rigor e invención en la novela policiaca latina (que no es la que transcurre en Latinoamérica, sino que la que transcurre en la Roma clásica). Por lo tanto, mi metodología al abordar la literatura parte de mis conocimientos del mundo clásico grecolatino. Tanto en mis estudios sobre novela policiaca como en mis análisis sobre literatura mexicana (u otras) analizo aspectos de pervivencia del clasicismo, mitología, historia y sociedad.
¿A quienes admira o le gustan sus construcciones literarias?
Sobre todo a los clásicos, desde los griegos hasta el siglo XIX. Comprenda que no mencione nombres porque son legión mis favoritos, desde Homero a Galdós. Voy a dar nombres siguiendo gustos personales. Del siglo XX me quedo con Faulkner, Borges, Boris Vian, Henry Miller, Blaise Cendrars, entre otros. En cuanto a los autores contemporáneos, me gustan los españoles Juan Marsé, Javier Marías, Arturo Pérez-Reverte y Montero Glez; de entre los mexicanos, Élmer Mendoza, Eduardo Antonio Parra, José Emilio Pacheco o Mauricio Carrera. Entre los norteamericanos, Cormac McCarthy, Paul Auster o Thomas Pynchon. Tampoco quiero dejar de mencionar al cubano Pedro Juan Gutiérrez, que es un cuentista asombroso, ni a Roberto Bolaño que hizo la gran novela de principios del siglo XXI: la “juárica” 2666.
¿Cómo es la vida literaria en Ciudad Juárez, Chihuahua?
Toda vida literaria, para ser fructífera, debe ser casi inexistente. En caso contrario, se corre el riesgo de consumir demasiado tiempo en vida social por cafetines y cervecerías en detrimento de la productividad. A pesar de esto, de vez en cuando hay tiempo para asistir a eventos donde uno se encuentra con autores de diversa procedencia. En Juárez abundan los poetas y cuentistas, pero está aflorando un movimiento de novela ciertamente interesante. No en vano, Ciudad Juárez es una ciudad libresca donde la inspiración no es casi necesaria: tenemos la espantosa realidad. Recuerde que antes le comentaba que 2666 de Bolaño era una novela juárica, y es que existe una literatura juarense (escrita en Juárez) y una abundante literatura sobre Juárez que yo llamo literatura juárica. Ciudad Juárez es una ciudad hiperactiva desde varios puntos de vista, y uno de ellos es el literario. Hay realidades que obligan más a escribir que otras, esto es un hecho.
La investigación
¿Cómo delimitó usted su objeto de investigación, la novela policiaca latina? ¿Quiénes son los narradores que le agradan a usted?Lo acoté a los autores contemporáneos que desarrollan una serie de novela policiaca histórica que recrea los tiempos de la República romana, concretamente los tiempos de Cicerón y César. Por cuestiones pragmáticas me ceñí a autores posteriores a 1982 y me detuve en el año 2000. Mi autor favorito dentro de este género es Steven Saylor. Es un escritor consciente de sus objetivos y un buen ingeniero de novelas emotivas, enriquecedoras y eficientes.
¿Quiénes son esos autores de 1982 a la fecha que nos han asombrado con la lucidez y las miradas en la novela policiaca en America Latina?
Me parece que 1982 es una fecha que sólo tiene relevancia dentro del marco de la novela policiaca latina. Pero usted me pregunta por la novela policiaca en América Latina, que es otro tema muy distinto. Creo que en América Latina se ha producido la última mutación del género policiaco, pues no podemos dejar de lado las convulsiones sociales que está generando el negocio del narcotráfico. Así como la prohibición del alcohol en Estados Unidos durante los años 20 generó, por sus consecuencias sociales, la mutación de la novela policiaca tradicional en la novela hard-boiled (que los franceses llamaron novela negra), también en América Latina ha surgido eso que se ha dado en llamar narcoliteratura. A pesar de que el nombre es desafortunado, no deja de ser efectivo. Creo que el gran maestro de esta clase de novela es el mexicano Élmer Mendoza. ¿Por qué? Porque por encima de todo, Élmer Mendoza es un excelente escritor.
¿Está a gusto con la edición de su libro?Estoy contento. Más contento quedaré si consigo llamar la atención del público sobre un género tan estimulante y disfrutable como el de la novela policiaca histórica que transcurre en los tiempos de la antigua Roma. Los muertos nunca dejan de ilustrarnos, sobre todo si sabemos verlos con los ojos de la modernidad. Parece ser que estamos condenados a repetir siempre los mismos errores.